Se rumorea zumbido en Pensar antes de hablar
Se rumorea zumbido en Pensar antes de hablar
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Otro ejemplo de autoexpresión: los adolescentes. Seguro que alguna momento no te has fijado en chicas y chicos con el pelo multicolor, piercings, con la ropa rota.
Este estado de cosas le priva de la oportunidad de presentarse a sí mismo, por lo que a menudo empieza a rebelarse, a ir en contra de la sociedad. Sólo algunos lo hacen con creatividad, y otros con la ayuda de payasadas epatantes y a veces chocantes.
Algunos pueden sorprenderse e incluso desanimar esta individualidad, pero otros pueden decidir cambiar el color de su camisa o el color de su cabellera aún, simplemente porque la independencia de otra persona les dio el valor para probar cosas nuevas.
Lo que no nos mata nos fortalece, pero el fortalecimiento a menudo es caro si pasamos por mecanismos de defensa en lo que nos atrincheramos, disociamos, negamos, nos empecinamos en afirmar que no, que no puede ser
Ayuda a una persona a realizar tareas creativas, desarrollar habilidades y formarse nuevas destrezas. Una delantera adicional — la oportunidad de designar tiempo a lo que realmente te gusta. Y no es necesario mostrar los frutos de tu trabajo a otras personas. Puedes disfrutarlos solo.
En extracto, expresar lo que sentimos puede ser una emancipación emocional y un acto de autenticidad que nos permite conectar más profundamente con nosotros mismos y con los demás. Callar nuestras emociones puede resistir a una acumulación de tensiones y a una falta de comunicación efectiva.
Cuando te permites expresar tus sentimientos, te estás dando la oportunidad de sanar y crecer emocionalmente. No importa si get more info tus sentimientos son de alegría, tristeza, enojo o apego, lo importante es que los saques de tu interior y los compartas con el mundo.
No es raro que las personas oculten sus verdaderos sentimientos, porque expresarse de verdad puede ser un acto muy frágil. Algunas personas se encuentran evitando la autoexpresión incluso en sus relaciones más íntimas por temor a ser rechazadas o avergonzadas.
Sostener lo que sentimos es bueno porque nos permite conectarnos con nosotros mismos. Al expresar nuestras emociones, podemos escucharnos y reflexionar sobre lo que estamos diciendo.
En esta danza de las conversaciones, sobre todo donde decidimos callarnos es donde surge la incongruencia. Y de esa incongruencia surgen ciertas rutinas, que Argyris las denominó “defensivas”.
Desconocer la relación entre las enfermedades y el dolor psíquico es casi tan insensato como progresar una montaña descalzo y de espaldas. Se ensamblan, se entrelazan
Ocultarla de forma permanente, por el contrario, es acertar forma a una impronta de malestar capaz de asentar las bases de varios trastornos mentales.
Pero nuestra identidad y nuestra autoconfianza sólo deben desdoblarse y proyectarse en la sociedad, no deberían ser configurados originalmente con una valor desconocedor a nosotros.
Para evitar la alexitimia, es importante practicar la expresión emocional. Esto implica ser consciente de lo que se siente y encontrar formas apropiadas de comunicarlo.